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Paúl, propietario de un restaurante de comida rápida durante 5 años, termina su día totalmente agotado, Su principal objetivo son vender las mejores Hamburguesas de la ciudad, pero a más de estar pendiente del pan, la carne, las recetas y la calidad de su producto se esmera muchísimo en la experiencia que brinda al cliente con un ambiente acogedor, una atención de primera, y un sabor que enamore al cliente. Suena bonito, pero cada vez se le hace más complicado puesto que a más de esto debe lidiar con el tema tributario, facturación, inventarios, control de la caja, y prácticamente siente que si el no está en el local le van a robar. No ha encontrado alguien de confianza y por eso pasa el día entero en el local. el mismo cobra, él mismo factura, y corre a la cocina a dejar la comanda para que la preparen, regresa a la caja factura y corre a la cocina que en su caso, por suerte no está a más de 8 metros.
Si bien es cierto pierde unos segundo en la atención pero no es su principal punto de dolor, le preocupan muchos los inventarios, no sabe realmente cuanto consume para la elaboración y siente que varias materias primas se esfuman fácilmente. Y cómo si fuera poco, con la pandemia necesita digitalizar sus servicios, ya los papeles no son una opción y la gente quiere pedir desde casa a través de apps. Estuvo a punto de quebrar, pero por recomendación de un amigo, también propietario de un restaurante, conoció a Mi Negocio, y desde ahí ya no debe correr a la cocina a cada rato, agilita la atención enormemente, toma pedidos desde una tablet, controla sus inventarios por receta, cuadra caja, controla mesas, puede dividir pedidos, facturar como consumo de alimentos, y lo mejor que le permite vender por APP. Hoy Paúl tiene libertad, tranquildad, se enfoca en lo que le apasiona y todo lo demás, se lo encarga a Mi Negocio.